Me han pedido un artículo sobre liderazgo y, como quiera que yo no soy experta en liderazgo -probablemente tampoco en muchas otras cosas, tan sólo inquieta y curiosa- voy a hablar de un fenómeno con el que sí estoy familiarizada: el Fulanismo, entendido como "porque lo dice fulanito de tal"
La red nos ha aportado más -muchísimo más- bueno que malo pero, no por ello debemos obviar ciertos hábitos que hemos adquirido y que dicen muy poco de quien los practica, hábitos que por otra parte no son nuevos, son tan viejos como el ser humano, incluso inherentes a él, pero que en la red han dado lugar a lo que llamamos "gurús" y yo refiero como "fulanismo" (sustituye "fulan" por el nombre que quieras). Tal y como yo lo veo, el fenómeno del "fulanismo" traspasa el concepto de gurú aunque está estrechamente relacionado con él, normalmente "fulanito de tal" es -o está en ciernes de ser- un gurú y no siempre es un experto, es más bien "famoso", muy visible, es un líder... también era un líder Jim Jones y todos conocemos la historia (si no, pincha aquí).
El avance en todos los campos de la historia, es fruto de los que fueron capaces de discrepar, de cuestionar al maestro, al líder, al gurú -el hinduismo enfatiza la entrega del discípulo al gurú: un refrán relacionado dice que «la puerta de la iluminación es muy baja, y nadie puede entrar sin agachar la cabeza» (controlar el propio ego). Wikipedia-. Cuestionar al maestro no sólo es positivo sino deseable, un buen maestro, un líder, un gurú, debería invitar a sus alumnos, a sus subordinados, a sus seguidores a cuestionarle, a ser curiosos y leer, investigar, discrepar, disentir... ¿imagináis cuántas cosas no se habrían inventado si todo el mundo hubiera dado por sentado lo que era ampliamente aceptado?
El líder debería ademas ser humilde hasta el punto de no sólo animar a disentir si no también escuchar a quien disiente, incluso estar dispuesto a cambiar de opinión. Jamás se debería criticar a nadie por haber cambiado de opinión ni por haber estado equivocado si este reconoce que se equivocó y expone los argumentos que le han llevado a cambiar de opinión, yo añadiría el derecho a cambiar de opinión a la declaración de derechos universales, de otra manera el progreso es imposible, imaginad que tenemos un proyecto y nos hemos equivocado... y no podemos cambiar de opinión.
Internet y las redes sociales se han convertido en el campo de cultivo perfecto para este tipo de personajes, y sus seguidores, aunque no toca hablar de los seguidores, me gustaría hacer un pequeño inciso y llamar la atención sobre los trolls y los "haters", todos conocemos casos de gente que ha tenido que irse de Twitter -por ejemplo- ante un ataque de estos.
El fenómeno del "fulanismo" llega a tal punto que hay gente que tan sólo con haber leído el blog, el libro y/o los artículos de fulanito de tal es capaz de darte toda una lección de economía en 140 caracteres, ¿y por qué?, porque lo dice fulanito que es muy leído y piensa como yo... ¿no será que tú piensas como él y ni te has molestado en interesarte por lo que piensan los demás? -siendo "los demás" un montón de autores que han escrito al respecto, que internet también ha "socializado" eso y ahora tienes bibliografía del tamaño de la Biblioteca de Alejandría a un clic-. Hay otro tipo de gente que se agarra a un hashtag, a una idea, una campaña y se lanza a disparar contra todo aquél que no piense como él y su fulanito, lema, campaña, o movilización de turno.
Somos masa y actuamos como tal por eso nos aferramos a un líder, una idea, un periódico, un autor, etc y ni nos molestamos en mirar más allá pero, creedme, el progreso se lo debemos a los que se salieron del grupo y cuestionaron al líder, no seáis fulanistas, sed curiosos.