Me quedo corta si te digo que te quiero, y exagero si te digo que sin ti, muero, pero espero que te sirva saber que te pienso, porque el amor romántico, ese que se rige por motivos irracionales, jamás entendió de palabras, y sí de miradas, de caricias y sonrisas que buscan dueño {sigh}
martes, 15 de octubre de 2013
El refugio del amor romántico...
Así describe Elsa Punset aquella "zona" en la que nos despojamos de todos nuestros corsés y miedos, y nos mostramos tal y como somos: "allí donde sigue siendo aceptable regirse por motivos irracionales que escapan a la camisa de fuerza de lo aceptable"
Me quedo corta si te digo que te quiero, y exagero si te digo que sin ti, muero, pero espero que te sirva saber que te pienso, porque el amor romántico, ese que se rige por motivos irracionales, jamás entendió de palabras, y sí de miradas, de caricias y sonrisas que buscan dueño {sigh}
Me quedo corta si te digo que te quiero, y exagero si te digo que sin ti, muero, pero espero que te sirva saber que te pienso, porque el amor romántico, ese que se rige por motivos irracionales, jamás entendió de palabras, y sí de miradas, de caricias y sonrisas que buscan dueño {sigh}
2 comentarios:
Preciosa frase esa de "espero que te sirva saber que te pienso"
Las palabras se ahogan en la garganta de mi teclado cuando evoco sus ojos, su voz, su piel. Cuando me asalta la angustiosa nostalgia de un futuro imposible. No se si me bastaria saber que me piensa. A veces pienso que ojala no la pensara yo. Quiza el Alzheimer... no, tampoco. Porque no la pienso unicamente con las neuronas, sino con el aliento, las yemas de mis dedos y la sangre que bombea mi (su) corazon, Su presencia es mi vida es tan intensa que casi me asusta. Su ausencia mucho mayor. Asi que me conformare imaginando que en algun mundo, en algun momento, en algun lugar, nos volveremos a ver. Y que quiza entonces, por alguna razon, el tiempo se detenga. Y que de esa manera los instantes que pasemos juntos seran eternos, como lo fueron entonces, y como lo son y lo seran siempre en los recovecos de mi memoria
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