Hoy pensaba escribir algo de la serie "Ella", pero he decidido que debería, puesto que desde hace tiempo ya no publico anónimamente, dejar por escrito la razón de ser de las series "Ella" y "Del amor y el desengaño".
Del amor y el desengaño, suena un poco pesimista, lo sé, pero teniendo en cuenta que dentro de esta serie hablo de mi pasado, que Marta es mi álter ego, y que en la edad adolescente los amores se viven con mucha intensidad y los desengaños parecen tragedias griegas, me pareció un "título" bastante coherente. Gracias a Dios o a quien sea, la experiencia te hace ver las cosas de distinta manera y, hoy por hoy, estoy convencida de que nadie se muere de amor, excepto en las canciones de Amaral :) Para los grandes amores, tengo una receta infalible: me encantaría vivir contigo, pero también puedo vivir sin ti. Parafraseando a Nietzsche: Ser independiente es de valientes y no podemos ir por la vida haciendo responsables de nuestra felicidad a los demás, la existencia no admite representantes.
La serie "Ella" nació como complemento a "Del amor y el desengaño", si escribía sobre mi pasado ¿por qué no de mi presente? Y así lo hice, ella es un momento de mi presente capturado en una breve entrada. También es cierto que eliminé algunas hace un año, no voy a dar cuenta de la razón por la que lo hice, no me arrepiento pero no debí hacerlo.
Tengo muchos momentos capturados que me gustaría plasmar en unas pocas líneas, de momento y para abrir boca ...
Ella, "cuando soplan vientos de cambio hay que construir molinos, no paredes", esta frase de Kevin Roberts le vino otra vez a la cabeza, llevaba tiempo construyendo molinos, sabía hacia donde se dirigía, ese ya era un buen punto de partida, pero el camino no iba a ser fácil, nunca lo era. Y entonces recordó que lo importante era caminar, marcarse un rumbo, visualizar la meta y echar a andar, no existen los imposibles para aquel que sabe donde va y se dirige hacia allí con paso firme. Recordó en ese momento la escena del picaporte de Alicia en el país de las maravillas: - Impasable, dijo el picaporte. - Dirá Vd. imposible, respondió Alicia. - No, impasable, aquí no hay nada imposible, replicó el picaporte.
Feliz miércoles y felices vacaciones de semana santa.
Lisy.
