El pasado viernes al ir a recoger a mis hijos al cole, me encontré ante una, cuanto menos, incomoda, situación, habían castigado a mi hijo por molestar a una compañera de clase, la cosa no tendría mayor importancia si no fuera porque esa compañera es el blanco de todas las bromas de mal gusto de sus compañeros.
Mi primera reacción fue reprender a mi hijo, por supuesto, el cual, apoyado en su versión por otros compañeros que no habían sido castigados, lo negó todo. Quizá en esta ocasión el no había sido, podría ser, y lo habían metido en el saco sin motivo, según su versión, pero me consta que en otras ocasiones, con el valor que proporciona "el grupo" y sin el ánimo de acosar, ya que no es consciente de lo que significa aun, pero si de reírse de la mas débil, que al fin y al cabo, cuando se repite en el tiempo es acoso, en compañía de otros había molestado a esa compañera.
Al hilo de lo ocurrido y al margen de las medidas que han tomado en el colegio, quise que leyera en el ordenador el siguiente articulo, cuando lo leyó, le pedí que escribiera unas lineas al respecto de la conclusión que había sacado.
No creo que mi hijo sea un acosador hoy por hoy, pero esta creciendo y puede convertirse en cualquier cosa, en mis manos esta darle las armas para ser mejor persona, para convertirse en un adulto respetuoso. Y esa es mi misión, darle a mis hijos la mejor educación posible.
Desde hace algún tiempo, para jugar con mi ordenador, que ya es más suyo que mio, le pongo la condición de que se lea antes un articulo de mi elección, de esta manera consigo dos cosas: Que sea consciente del potencial de Internet, de que sirve para algo mas que para jugar, y abrirle los ojos a la realidad del día a día, la realidad del mundo en el que han de vivir. En definitiva, educar al niño hoy en beneficio del adulto que será mañana.
Lo cierto es que no lo tenemos nada fácil los padres, los niños no vienen con manual de instrucciones, ni con servicio de asistencia técnica, y es una labor diaria, dura y difícil la de educar, aunque para ellos tampoco resulta fácil crecer en un mundo aun por descubrir.
Creo que estoy educado bien a mis hijos, pero solo el tiempo me dará o quitará la razón.
Que paséis un buen fin de semana,
Lisy.
Mi primera reacción fue reprender a mi hijo, por supuesto, el cual, apoyado en su versión por otros compañeros que no habían sido castigados, lo negó todo. Quizá en esta ocasión el no había sido, podría ser, y lo habían metido en el saco sin motivo, según su versión, pero me consta que en otras ocasiones, con el valor que proporciona "el grupo" y sin el ánimo de acosar, ya que no es consciente de lo que significa aun, pero si de reírse de la mas débil, que al fin y al cabo, cuando se repite en el tiempo es acoso, en compañía de otros había molestado a esa compañera.
Al hilo de lo ocurrido y al margen de las medidas que han tomado en el colegio, quise que leyera en el ordenador el siguiente articulo, cuando lo leyó, le pedí que escribiera unas lineas al respecto de la conclusión que había sacado.
No creo que mi hijo sea un acosador hoy por hoy, pero esta creciendo y puede convertirse en cualquier cosa, en mis manos esta darle las armas para ser mejor persona, para convertirse en un adulto respetuoso. Y esa es mi misión, darle a mis hijos la mejor educación posible.
Desde hace algún tiempo, para jugar con mi ordenador, que ya es más suyo que mio, le pongo la condición de que se lea antes un articulo de mi elección, de esta manera consigo dos cosas: Que sea consciente del potencial de Internet, de que sirve para algo mas que para jugar, y abrirle los ojos a la realidad del día a día, la realidad del mundo en el que han de vivir. En definitiva, educar al niño hoy en beneficio del adulto que será mañana.
Lo cierto es que no lo tenemos nada fácil los padres, los niños no vienen con manual de instrucciones, ni con servicio de asistencia técnica, y es una labor diaria, dura y difícil la de educar, aunque para ellos tampoco resulta fácil crecer en un mundo aun por descubrir.
Creo que estoy educado bien a mis hijos, pero solo el tiempo me dará o quitará la razón.
Que paséis un buen fin de semana,
Lisy.
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